El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ratificó el carácter "popular, militar y policial" de su administración y advirtió a sus adversarios que nunca entregará el bastón de mando como comandante en jefe de la Fuerza Armada venezolana.

Además, el mandatario anunció que condecorará a los 21 líderes chavistas sancionados este miércoles por Estados Unidos, a quienes Washington acusa de "represión" y de intentar "robar" las presidenciales de julio, en las que el mandatario fue proclamado ganador, un resultado que la mayor coalición opositora considera fraudulento.

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"He dado la orden de crear, en los próximos días, la condecoración, la alta condecoración de la república, que llevará el nombre de Victoria de Ayacucho. Le voy a colocar la condecoración (...) a cada uno de estos hombres, de estos seres que han sido hoy agredidos", anunció Maduro en un acto transmitido por el canal estatal VTV, reprodujo el diario Clarín. 

Al mismo tiempo, aseguró que Estados Unidos sancionó a un grupo de "eminentes hombres" de Venezuela, entre ellos "líderes militares", a quienes el chavista considera "excelentes profesionales".

"Si no fuera tan serio el tema de las agresiones, a través de las llamadas sanciones, yo diría que es risible y ridículo lo que han hecho. Me atrevería a decir que son unos ridículos y que nos reímos de sus sanciones, pero no lo voy a hacer", manifestó.

A pesar de la presión internacional, Nicolás Maduro ratificó que seguirá adelante 

Maduro presidió el miércoles una ceremonia oficial en la ciudad de Maracay, en el centro del país, para festejar los 104 años de la Aviación Militar. La plana mayor del chavismo también celebró el aniversario 32 de una sangrienta intentona de golpe de Estado contra el presidente democrático Carlos Andrés Pérez, encabezada por la Fuerza Aérea.

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Durante su encendido discurso, de fuerte contenido nacionalista, alusiones a la historia patria y a las guerras de la Independencia, Maduro expresó claves de su estancia en el poder al frente de la llamada "revolución bolivariana".

Afirmó que el bastón de mando -un símbolo oficial del poder en Venezuela, equivalente a una corona- que esgrimía durante su discurso, "jamás caerá en manos de un pataruco vendepatria".

"Como comandante en jefe, este bastón de mando jamás caerá, se los juré en las calles de Venezuela, porque este bastón de mando del poder popular, militar, policial, es para realizar la revolución bolivariana y socialista del siglo XXI", sentenció.